jueves, 3 de mayo de 2018

JULIO CESAR TURBAY AYALA

Nacido en Bogotá, el 18 de junio de 1916. Hijo del inmigrante libanés Antonio Amin Turbay y Rosaura Ayala, realizó sus primeros estudios en la escuela de los Hermanos Cristianos y luego en la Escuela Nacional de Comercio y en el Colegio Universitario, donde terminó bachillerato. Después recibió la orientación de su hermana Hortensia, entonces estudiante de Derecho, convirtiéndose en autodidacta. Más tarde, Universidades como la Libre, el Colegio Mayor del Rosario y la Jorge Tadeo Lozano de Bogotá, y la del Cauca, le confirieron el doctorado Honoris causa en Derecho y Ciencias Sociales.
A los 21 años Turbay fue alcalde de Girardot y en 1936, concejal de Usme. Pero realmente se inició en la política en 1938, en compañía de Alfonso López Michelsen, cuando en calidad de integrantes del movimiento progresista la Revolución en Marcha, liderado por el presidente Alfonso López Pumarejo, resultaron elegidos concejales del municipio de Engativá, al igual que Alvaro Gómez Hurtado. Durante el gobierno de Eduardo Santos (1938 - 1942), fue diputado a la Asamblea del Departamento de Cundinamarca en dos oportunidades, y presidente de la misma. En 1943 fue elegido representante a la Cámara, hasta 1949, y presidente de esa corporación en dos períodos. Desde allí se declaró opositor al régimen conservador que estaba en el poder.
En 1978, frente a las aspiraciones reeleccionistas de Carlos Lleras Restrepo, el sector mayoritario del liberalismo llamó a Turbay Ayala para proclamarlo candidato a las elecciones presidenciales de ese año, pero Turbay no aceptó y convino con su adversario el pacto conocido como Consenso de San Carlos, mediante el cual se decidía la suerte del candidato del liberalismo con los resultados que se obtuvieran en las elecciones para senadores y representantes, del 26 de febrero de 1978. Los resultados favorecieron a Turbay Ayala, quien derrotó en las elecciones a Belisario Betancur, el candidato del partido conservador, con un programa que se basaba en tres grandes premisas: la producción, la seguridad y el empleo. Una semblanza de su personalidad aparecida en El Tiempo cuando asumió la presidencia, lo definía como un político de "centro izquierda" y decía: Uno de los rasgos más destacados de su carácter es su extrema sencillez. Recibe con idéntico interés la opinión de los modestos y de los poderosos. Ante él todos tienen audiencia. No desdeña el criterio de nadie y respeta con talante verdaderamente liberal, todas las opiniones. Es, en síntesis, una figura atrayente, tolerante, balsámica, que nunca se deja arrebatar por la ira.

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